En Recuerdo
Beca
(28/mayo/2008 - 16/enero/2023)
Yegua PRE de color bayo con una grave INFOSURA que acabó con su vida. Lamentablemente, no llegamos a tiempo para rescatarla y brindarle la atención necesaria, y murió unos días antes de realizar el traslado. Siempre te recordaremos con una tristeza especial porque nos habría gustado que experimentaras tu libertad, incluso si solo fuera por un día.
Pastora
(16/maig/2002 - 19/febrer/2023)
Yegua PRE de color tordo con una grave afectación de MELANOMAS y un estado físico muy deteriorado. Llegó en pésimas condiciones en un rescate que podemos calificar de épico. A pesar de que pudimos estabilizarla a su llegada, no pudo vivir mucho tiempo en el Santuario debido a su delicada salud. Nos queda el consuelo de verla trotar junto a su compañera de viaje, FRESITA, y comer con su enamorado, MANOLO. Murió acompañada por ellos y por todos nosotros.
Manolita
(10/maig/1998 - 18/abril/2023)
Yegua cruzada de color castaño que quedó ciega debido a una UVEITIS BILATERAL. Fue apartada de las clases en la hípica donde vivía y trasladada al Santuario. Su ceguera la convirtió en una yegua muy hábil. Lego y Asensi, quienes actuaban como sus guías, le ofrecieron protección, y en Chipi encontró una fiel amiga ciega como ella. Murió debido a una torsión de estómago que no pudo ser solucionada quirúrgicamente. Sentimos que esté cerca de nosotros.
Chipionera
(15/maig/2003 - 28/maig/2023)
Yegua cruzada torda que quedó ciega. A pesar de todo, era muy autónoma y se movía libremente por el Santuario hasta que un día se rompió el radio en pedazos. Ante la imposibilidad de curarla y el dolor que le causaría la fractura, se decidió realizar la eutanasia. Fue uno de los momentos más difíciles para el Santuario despedirnos de ella a los 20 años. Su espíritu luchador nos demostró que, a pesar de las dificultades, siempre debemos mirar hacia adelante. La recordaremos respondiendo cada vez que llamábamos su nombre: XIPI.
Lego
(aprox/maig/1994 - 31/maig/2023)
Pincel
(10/abril/1992 - 15/juny/2023)
Caballo tordo hispano-árabe. Mientras ganaba carreras, tuvo diferentes propietarios. A los 23 años, seguía compitiendo hasta que desarrolló el síndrome de Cushing. En ese momento, lo retiraron de las carreras, pero no de montar, hasta que ya no pudo hacerlo. Propuesto como último recurso como apto para el consumo humano, el Santuario decidió comprarlo y darle amor y descanso en sus últimos días. Inseparable de Rafael y amigo de todos los niños, nos dejó a los 31 años. Siempre te recordaremos, Pincelín.